San Sebastián defendió en no pocas ocasiones su jurisdicción sobre el puerto de Pasaia frente a los derechos que periódicamente invocaban las nuevas villas surgidas en el entorno del estratégico puerto. Por esta razón y con objeto de colaborar en su defensa, la orilla occidental fue dotada en la primera mitad del siglo XVI de una torre de planta aproximadamente circular en la que residió hasta 1805 un regidor-torrero con jurisdicción sobre el canal de acceso y la ensenada. Aneja a la torre fue dispuesta una plataforma capaz de alojar algunas piezas de artillería que complementaran el modesto artillado que era posible instalar en la torre propiamente dicha. En 1835 el edificio sufrió un incendio, desapareciendo definitivamente en 1867.