Los restos de viviendas conocidos en los poblados protohistóricos europeos son abundantes, ofreciendo una amplia variedad tanto en lo que se refiere a los elementos y técnicas empleadas en su construcción como a las formas, dimensiones y estructuración interna. Al ser el hábitat en estos momentos básicamente rural, se dan características comunes entre muchos de estos hallazgos, estando la arquitectura en dependencia directa de las necesidades y costumbres de una sociedad de tipo agrícola y ganadero.
De las investigaciones desarrolladas en los poblados guipuzcoanos se desprende que nos hallamos ante espacios de más de sesenta metros cuadrados de superficie y con un considerable grado de confortabilidad, habitadas por grupos familiares más o menos amplios en donde se dispone de una serie de ajuares básicos para el desarrollo de las actividades principales y pequeñas despensas. Estas estructuras de habitación estarían complementadas con otros edificios habilitados para el almacenamiento de los excedentes agrícolas así como para la realización de otra serie de trabajos.
Es en el poblado de Intxur en donde se han podido definir con mayor precisión las características de estas viviendas, disponiendo también de más datos en los recintos fortificados de Buruntza y Basagain. Las dos casas sacadas a la luz en Intxur cuentan con sus bases excavadas en la roca del terreno, muy cerca de una zona llana situada entre las dos cumbres del monte, aunque algo desplazadas hacia el Sur con el fin de protegerse de los vientos del Norte y Noroeste. La primera de ellas de planta rectangular alcanza 11 metros de longitud y 6 metros de anchura. Está construida a partir de la preparación del terreno, que con una suave inclinación ha sido nivelado en una serie de plataformas. La puerta de acceso a la estructura se abre en el extremo oeste de la fachada sur. La segunda, también de planta rectangular y levantada así mismo tras haber sido preparado el terreno, tiene unas dimensiones de 12 x 5 metros, situándose la entrada en el extremo Este de la fachada Sur. En el lado Norte los resaltes de la roca recortada forman un escalón a modo de asiento. Las cubiertas de estas casas, dada su ubicación y características serían a un agua y formadas por elementos vegetales, colocando este material sobre un entramado de maderas y ramas de forma que no dejase entrar el agua y permitiera la salida de los humos del fuego que se situaba en el interior de la vivienda.
En el caso de Buruntza las viviendas debieron colocarse adosadas a la muralla por su lado interior dada la importante concentración de materiales, su distribución y algunos mínimos elementos constructivos encontrados, como cuñas de poste y un alineamiento de piedras.
La mayor parte de las viviendas conocidas se levantan con materiales disponibles en los lugares próximos y, por lo que se refiere a las técnicas empleadas en el edificación de estas estructuras, usan los conocimientos y dominios técnicos tradicionales de cada lugar, siendo por lo general sencillas. Sin embargo, estos hechos no impedirán una relativa variedad de los tipos de construcciones en función de los recursos, clima o necesidades propias de cada caso.
Los materiales básicos para llevar a cabo estas labores son la tierra, la piedra y la madera. La utilización de la tierra como elemento constructivo es frecuente en amplias áreas geográficas, tanto como base fundamental como en forma de elemento complementario junto a piedra y madera. Así, nos encontramos con casos en que es empleada para el levantamiento de paredes o para la realización de suelos y cubiertas, siendo de gran valor aislante. La fabricación de adobes, común en las zonas más meridionales de Europa, ha dejado así mismo testimonios en áreas situadas más al Norte. En el poblado de Intxur se han hallado restos de adobes en zonas correspondientes a los muros, principalmente en la zona próxima al hogar adosado a la pared. En el poblado de Basagain las paredes están formadas por un entramado de ramaje recubierto de barro que presenta una superficie lisa hacia el exterior y que muy probablemente pintarán como sucede en otros edificios de este tipo en Euskal Herria.
El suelo de estas viviendas (Intxur) está constituido por tierra apisonada.
La piedra es, así mismo, un elemento importante en la construcción de las viviendas, aunque en ocasiones sea tan solo una materia prima secundaria. La geología del entorno determinará los tipos de piedra utilizada, variando en función de ellos algunos elementos de las tipologías de las edificaciones. Empleada repetidamente como materia aislante de la humedad, aparece en las bases de algunos muros, para proteger estructuras de madera o para calzar postes. Si exceptuamos el empleo de la roca que constituye el terreno natural como base de las casas de Intxur, al estar excavadas en ella y las cuñas de poste del poblado de Basagain, es escasa la documentación existente sobre la utilización de este material en las viviendas de Gipuzkoa.La madera, abundante en gran parte del continente europeo, es un recurso básico a la hora de levantar cualquier tipo de estructura. La variedad de especies arbóreas en las diferentes zonas hará que se emplee uno u otro tipo de madera, lo que a su vez determinará de alguna forma técnicas diferentes. Está documentada su utilización en poblados como Intxur, Basagain y Buruntza, hallándose algunos restos con orificios de clavo o cuñas. Los agujeros de poste son también frecuentes en estos yacimientos. Las maderas de roble y haya están presentes en los recintos de Intxur y Basagain.
Pero además de las construcciones de habitación, en el interior de los poblados se levantan otra serie de estructuras en las que se desarrollan actividades tales como la fabricación de cerámica, la elaboración de elementos metalúrgicos o el almacenamiento de productos varios, en ocasiones para su venta. Sin embargo, el hallazgo de los hornos para cocer la cerámica o los utilizados para elaborar objetos metálicos no es frecuente en los yacimientos, debido, tal vez, en muchos casos a las considerables extensiones de estos recintos fortificados. Los almacenes de piezas cerámicas o de conservación de granos son más abundantes en algunos de los poblados de territorios próximos dado el nivel de desarrollo de sus ocupantes; los yacimientos de Gipuzkoa contarán así mismo con edificios para estos usos.