El medio natural
A lo largo de la historia de la humanidad el planeta ha sufrido frecuentes vaivenes climáticos, los cuales han influido directamente en el medio ambiente, principalmente en la vegetación y en la fauna. Dentro del Paleolítico Superior (del año 35.000 al 11.500 antes del presente), durante el Magdaleniense (entre el 17.000 y el 11.500), se desarrolló el último periodo glacial en el continente europeo. El paisaje, bajo la influencia de los rigores del frío, era de características esteparias o de tipo tundra, con escaso arbolado, principalmente pino, y especies caducifolias gracias a orografías que favorecerían un clima más benigno.
En los diferentes ecosistemas vivían las especies animales con mayor capacidad de adaptación a esos medios; así, en las zonas abruptas abundaban las cabras, mientras que en las más llanas eran frecuentes otras especies como el ciervo, el reno, el bisonte, el uro, el caballo y el mamut. No faltaban tampoco los carnívoros como el zorro y el lobo, y aves como la perdiz nival, el águila real y la lechuza.
Los ríos estaban poblados por truchas y salmones, entre otras especies, mientras que el mar contaba con abundancia de moluscos, peces y aves marinas, así como mamíferos como delfines y ballenas.