LOS BARCOS
Construcción Naval
La construcción naval en el litoral vasco se remonta a los tiempos del comienzo de la actividad de los vascos como pescadores y comerciantes.Pero fue la presencia de los vikingos y normandos en la desembocadura del Adour la que motivó que en épocas ya muy tempranas las naves vascas se desarrollaran como marina de guerra. En el siglo XI ya aparecen las primeras cocas, que van afianzando los principios de las artes de navegación, a partir de las cuales, se irían construyendo todo tipo de barcos.
Durante este primer período, y hasta mediados del siglo XVI, los constructores eran los mismos propietarios de los barcos. Posteriormente se desarrollaría la industria de construcción naval vasca, que alcanzó su plenitud en el siglo XVI, por la conjunción de factores como la abundancia de bosques de roble y de haya, la tradición marinera, los buenos artesanos, la existencia de puertos y la presencia de una burguesía emprendedora, y con el descubrimiento de América, que desplazó el comercio hacia el Atlántico. Además, la Corona adoptó una política proteccionista, como se desprende de la ordenanza del año 1500, en la que los Reyes Católicos dicen que..."ninguna mercadería ni otra cosa se pueda cargar en navío extranjero, habiendo navío de natural..."
19. Bosque de hayas. © Joseba Urretabizkaia
20. Utiles de calafateado y confección de velas.
© Joseba Urretabizkaia
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Por todo ello los vascos eran los preferidos como constructores de barcos y sus astilleros llegaron a abastecer en el siglo XVI al Estado y a las provincias vascas. Se hacían naves para la Corona, para América, para el comercio internacional, para la caza y pesca en Terranova y para el cabotaje en el Golfo de Bizkaia.
A fines del siglo XVI se nota cierto descenso en la calidad de los barcos construidos; seguramente por el hecho de que los barcos se hacían de encargo y el constructor ya no era el propietario, con lo que quizás se descuidara algo la fabricación. A partir de este momento se puede hablar de una industria naval como tal.
Circunstancias internacionales, como la derrota de la Armada Invencible, para la que el Rey había embargado numerosas embarcaciones vascas, repercutieron en esta actividad, y el siglo XVII supuso una época de crisis en Gipuzkoa y Bizkaia. Sin embargo en Lapurdi ocurría todo lo contrario y en Baiona se situaba el Arsenal del Rey, donde se construían las naves de la Armada Real francesa.
A fines del siglo XVI se nota cierto descenso en la calidad de los barcos construidos; seguramente por el hecho de que los barcos se hacían de encargo y el constructor ya no era el propietario, con lo que quizás se descuidara algo la fabricación. A partir de este momento se puede hablar de una industria naval como tal.
Circunstancias internacionales, como la derrota de la Armada Invencible, para la que el Rey había embargado numerosas embarcaciones vascas, repercutieron en esta actividad, y el siglo XVII supuso una época de crisis en Gipuzkoa y Bizkaia. Sin embargo en Lapurdi ocurría todo lo contrario y en Baiona se situaba el Arsenal del Rey, donde se construían las naves de la Armada Real francesa.
21. Antonio de Gaztañeta (1656-1728), mutrikoarra, innovador y precursor en el campo de la construcción naval. Modificó las medidas y traza de los navíos de combate de la armada española de su tiempo. © Joseba Urretabizkaia
22. Utiles de carpintería y ferrería utilizados para la construcción naval. © Joseba Urretabizkaia
La evolución de la navegación y de la arquitectura naval dio paso, en el siglo XVIII, a buques más largos y perfeccionados, de la mano principalmente del mutrikuarra Gaztañeta. Los astilleros vascos retoman el liderazgo, principalmente el Arsenal de Zorrotza, y el siglo XVIII constituye una época de resurgimiento, en el aspecto cuantitativo y en cuanto a avances técnicos. Es en esta época cuando la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas colabora a este buen momento fomentando la construcción naval, principalmente en Pasaia. A fines del siglo llega un período de estancamiento y recesión.
23. La forma de los árboles era aprovechada para conseguir las dimensiones correctas de las partes de madera que constituían el barco.
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24. Francisco Arrizabalaga, del caserío Bedua Txiki conserva herramientas del viejo astillero.
© Joseba Urretabizkaia
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La construcción naval supuso una actividad muy diversificada, pues dio lugar a oficios como los carpinteros de ribera, cañoneros, cordeleros, herreros, fabricantes de velas, etc.
En la construcción naval, referida sobre todo a las naves corsarias, jugó un papel muy importante el armador. Este, equipaba y armaba el buque y lo explotaba. Era frecuente que los armadores pertenecieran a los grandes linajes y a los parientes mayores, como Alonso de Idiaquez, superintendente en el siglo XVI de la Escuadra del Norte, quien utilizó el corso. Pero los más numerosos de ellos pertenecían a los estratos más bajos de la hidalguía, de fortuna media, y armaban embarcaciones pequeñas o medianas. Solían ser naturales de los puertos vascos o zonas cercanas. En Donostia hubo armadores profesionales extranjeros, y en Bilbao, los armadores fueron los comerciantes, extranjeros o no
Los astilleros
Los astilleros comunes eran unas instalaciones sencillas, situadas en la costa o en la ribera de un río, con un carácter provisional. Los astilleros reales, por su parte, eran más complejos y más grandes.Los principales astilleros del país se situaban en las márgenes del Adour y del Nervión, y en cuanto a Gipuzkoa tenemos noticias de los siguientes:
En Zarautz se fabricaban naos en diversos lugares, entre otros en Gurtarte y en los astilleros de la villa, junto al Palacio de los Zarauz; naves que luego se vendían en Sevilla para el comercio de Indias.
En Lezo, Pasaia y Rentería hubo fábrica de galeones de la Armada de Su Majestad. El Astillero Real de Pasajes, se fundó en 1597. En éste se construyó la "Capitana Real" de mil quinientas toneladas.
En Astigarraga babía maeses de ribera en Arcaiza, cerca del arroyo que baja de la casa de Arámburu, en el llamado "astillero viejo". En Donostia estaba el arsenal sobre el arenal de la Concha y el astillero de Anoeta. Y junto a ellos estaban los astilleros de Mapil en Usurbil, los astilleros de Santa María de Motrico de tiempo inmemorial, y los de Fuenterrabía.
25. Estado actual en que se encuentra el astillero de Bedua (Zumaia), que estuvo en funcionamiento hasta hace unos años. © Joseba Urretabizkaia
26. Puerto Guipuzcoano. Zarautz.
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27. Grabado de San Sebastián en 1560, realizado por Hoefnagle en el que se aprecia el astillero situado en el arenal de la Concha. © Joseba Urretabizkaia
Tipos de Barcos
Los barcos que se construían en los astilleros de nuestras costas y que, en uno u otro momento, fueron utilizados por los corsarios vascos fueron principalmente los siguientes.- Cocas. Naves de un palo, de origen nórdico, muy extendidas en el siglo XIV, que ya llevaban timón de codaste, cuya utilización era tanto bélica como comercial.
28. Nao "Victoria", siglo XVI.
© Joseba Urretabizkaia
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29. Coca del siglo XIV. Crucero de la catedral de Baiona. Zarautz.© Joseba Urretabizkaia
- Urcas. Embarcaciones de origen holandés, muy mangudas, de gran capacidad de carga, generalmente utilizadas para el transporte y comercio.
- Carracas y Carabelas. Embarcaciones largas y finas, de dos o tres palos y cofa, con velas latinas y posteriormente cuadradas, de una sola cubierta y espolón a proa. Propias para expediciones, su máxima utilización fue en los siglos XV y XVI.
- Naos. Evolución de las carracas, con dos o tres palos, alto bordo de mucha capacidad y fuertes para hacer frente a tempestades y enemigos.
- Galeón. Velero de los siglos XVI y XVII, con un máximo de cuatro palos y bauprés de varios puentes y gran tonelaje, muy capacitado para la navegación oceánica, para la que adoptó líneas y aparejos que más tarde evolucionarían al navío. Los galeones hacían la carrera de Indias y copiaban de la galera su esbeltez y ligereza, adoptando las velas redondas.
- Carracas y Carabelas. Embarcaciones largas y finas, de dos o tres palos y cofa, con velas latinas y posteriormente cuadradas, de una sola cubierta y espolón a proa. Propias para expediciones, su máxima utilización fue en los siglos XV y XVI.
- Naos. Evolución de las carracas, con dos o tres palos, alto bordo de mucha capacidad y fuertes para hacer frente a tempestades y enemigos.
- Galeón. Velero de los siglos XVI y XVII, con un máximo de cuatro palos y bauprés de varios puentes y gran tonelaje, muy capacitado para la navegación oceánica, para la que adoptó líneas y aparejos que más tarde evolucionarían al navío. Los galeones hacían la carrera de Indias y copiaban de la galera su esbeltez y ligereza, adoptando las velas redondas.
30. Dintel de una casa de Orio. Nao del siglo XVI. © Joseba Urretabizkaia
31. Fragata del siglo XVIII. © Joseba Urretabizkaia
- Pataches, Pinazas, Fustas, etc. Eran barcos menores, de desembarco, enlace o para rondar los bajos de una Armada, que, por extensión, dieron nombre a otros barcos de pequeño tonelaje. En nuestras costas se llamaban pataches a los buques viejos, usados en el cabotaje o en otros menesteres.
- Fragatas y Navíos. Embarcaciones ya muy evolucionadas, de gran tamaño y desplazamiento.
No se construían naves específicamente para el corso, además de que hasta el siglo XVII, no se diferenciaban muy bien los barcos de guerra y los mercantes. La ley sólo especificaba que las embarcaciones corsarias, deberían de ser "navíos de parte de trescientas toneladas abajo", y así fueron casi siempre, aparte de que en las costas francesas era más práctico navegar en embarcaciones menores. Las embarcaciones corsarias se podían comprar, pero nunca tenían que ser extranjeras.
- Fragatas y Navíos. Embarcaciones ya muy evolucionadas, de gran tamaño y desplazamiento.
No se construían naves específicamente para el corso, además de que hasta el siglo XVII, no se diferenciaban muy bien los barcos de guerra y los mercantes. La ley sólo especificaba que las embarcaciones corsarias, deberían de ser "navíos de parte de trescientas toneladas abajo", y así fueron casi siempre, aparte de que en las costas francesas era más práctico navegar en embarcaciones menores. Las embarcaciones corsarias se podían comprar, pero nunca tenían que ser extranjeras.
32. Bergantín del siglo XVIII.
© Joseba Urretabizkaia
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33. Dintel de Pasai Donibane. (Facsímil).
© Joseba Urretabizkaia
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34. La configuración de la costa vascofrancesa aconsejaba la navegación en embarcaciones de no muy alto tonelaje. © Joseba Urretabizkaia